IGLESIA
APOSTÓLICA
Muchas veces la interpretación
que tenemos de los nombres o títulos, la obtenemos del contexto en el cual nos
movemos y no en el contexto en el cual éste fue dado. Usualmente el pensamiento
de “ancianato” está siendo influenciado por una teología cultural, por nuestra
relación de costumbre a los títulos y posiciones y a veces porque pensamos más
en privilegios que en responsabilidades. Por eso es necesario que vayamos a la Biblia y
busquemos el contexto en donde se habla de estos títulos viendo el contexto
hebreo y no el griego. Nadie puede
conocer al Señor Jesucristo como su Salvador personal sin comprender antes el
contexto hebreo, recordando siempre que no somos ni judíos, ni gentiles, sino
somos el Israel de Dios. Pero para tener un mejor entendimiento, debemos de ir
al Antiguo y Nuevo Testamento. De lo contrario podemos caer en falsas doctrinas
como la “doctrina de la sucesión”. La
palabra sucesión en el ambiente en el que estamos se refiere más a una silla, a
alguien que toma una posición o una responsabilidad, pero lo curioso es que
esta persona que toma el lugar tiene
autoridad absoluta en lo que va a declarar; cuando lo importante de la sucesión
no es la silla sino la misión, por eso es que en lo personal, creo más en
relevos, porque éste representa el esfuerzo de cumplir la misión. El que queda en la silla lo puede cambiar
todo, pero el relevo más bien, toma la misma misión, corrigiendo lo que se hizo
tal vez no de forma correcta. Debemos
tener claridad en que no se trata que nosotros utilicemos el Nombre de Jesús para hacer cosas, sino que nos use a nosotros
y así nos sea aclarada la mentalidad de que somos siervos.
El “ancianato” no es un grupo que
manda o gobierna en sentido de privilegio, sino demanda madurez obtenida a
través de la experiencia y del trabajo realizado, demanda sufrimiento y tiene
que ser alguien que haya acumulado para dejar herencia. El anciano es UNA FUNCIÓN EN EL CUERPO
LOCAL. Un pastor es un anciano reconocido
en su ministerio; éste no manda como privilegio, sino lo hace sirviendo.
Otro concepto con el cual debemos
tener cuidado es el “Ministerio Apostólico” porque estamos enfatizando que el “apóstol”
es una persona y no enfatizamos a qué lo mandaron a hacer y cuidar. Es vital entender que el centro de atención
de una iglesia no debe ser ni el pastor, ni el apóstol, ni de evangelista, ni
cualquier otro ministerio ya que la forma en que se reconoce una verdadera Iglesia
Apostólica es que ésta esté operando y no el ministro. Nunca dejemos que la
iglesia ponga sus ojos única y exclusivamente en el ministro. En el Ministerio
Apostólico lo importante debe ser la iglesia y lo que estamos edificando.
Y Él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros
evangelistas, y a otros pastores y maestros.
Efesios 4:11
En este verso podemos ver un
énfasis de responsabilidad. Qué
privilegio que el Señor nos haya llamado a ser parte del Ministerio
Quíntuple. Pero ¡Cuidado! Porque vamos a
ser juzgados por lo que sigue:
A fin de
capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo
de Cristo.
Efesios 4:12
Por eso es necesario enfatizar
que debemos activar a la gente. Pero ¿Cómo
podemos saber si estamos logrando esto?
Esto, para que
ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar, emplean con
astucia las artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad con amor,
crezcamos en todo hacia Aquel que es la Cabeza: Cristo.
Efesios 4:14-15
¿Estamos perdiendo gente en
nuestras congregaciones por artimañas del enemigo? No se trata de tener una
iglesia grande o una buena paga sino lograr que el pueblo madure. No busquemos
comodidad, Cristo nos llamó a enfrentar las tinieblas y establecer una casa que
fuera madura, que pueda discernir las doctrinas. Según el contexto en donde nos movemos, hay
una descripción érronea de lo que es la verdadera iglesia apostólica:
. SANTA
. UNIVERSAL
. APOSTÓLICA
(TIENE PENSAMIENTO DE SUCESIÓN)
. ROMANA
Esta descripción enfatiza a una
persona por encima de todos, porque aquí no hay un concepto claro de lo que es
ancianato. Sin embargo, una iglesia apostólica no lo es porque tiene apóstol
sino porque tiene la misión apostólica.
Estamos regresando a muchas doctrinas que no solamente son peligrosas, sino
que ni estamos seguros de ellas y las presentamos como verdad total. Por eso es necesario que exista un ancianato.
Entre tanto, los
que habían sido esparcidos a causa de la tribulación que sobrevino en tiempos
de Esteban fueron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin comunicar la Palabra a
nadie, excepto sólo a los judíos.
Hechos 11:19
¿Por qué eran dirigidos sólo a
los judíos? La misión de Dios no era el judío
solamente y por eso Dios levantó a un apóstol que representara a los gentiles
porque era necesario que comprendieran que para aceptar a Cristo no debían
convertirse en judíos como pensaban los doce apóstoles.
La mano del
Señor estaba con ellos, y un gran número que creyó se convirtió al Señor.
Llegaron noticias de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén,
y enviaron a Bernabé para que fuese hasta Antioquía. Cuando él llegó y vio la
gracia de Dios, se regocijó y exhortó a todos a que con corazón firme
permaneciesen en el Señor; porque Bernabé era hombre bueno y estaba lleno del
Espíritu Santo y de fe. Y mucha gente fue agregada al Señor.
Hechos 11:21-24
Podemos preguntarnos ¿Cristo
abolió la ley representada en ordenanzas? La respuesta es que no, sino que
abolió las ordenanzas que fueron puestas como ayos para obedecer la ley. Hoy en día diezmamos no por ordenanza sino
porque estamos agradecidos con Dios y le amamos.
La razón por la que había
ordenanzas, era porque aquel que daba la ley estaba bajo ella (Moisés) así
también la razón de que las ordenanzas no tienen valor ahora, es porque Aquel
que la da, está por encima de la ley y es Jesucristo.
Debemos tener claro que una
Iglesia Apostólica tiene una misión y es la misma del Señor Jesucristo: Predicar el Evangelio para que sean salvos.
Una verdadera Iglesia Apostólica es Cristo-céntrica. Detengámonos para preguntarnos ¿Cómo son
nuestros mensajes? ¿Llamativos o presentamos a Cristo? Ni siquiera los problemas, nos deben quitar
el énfasis en Cristo. En Antioquía no se convirtieron al cristianismo ni al judaísmo
sino a Jesús.
Y sucedió que se
reunieron todo un año con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Y los
discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía.
Hechos 11:26
Fueron llamados cristianos por lo
Cristo-céntricos que eran. Si no
evangelizamos y no leemos la Biblia, no nos
pueden llamar evangélicos. Un Ministerio Apostólico tiene que ser evangelista;
si dejamos de leer la Palabra, perdemos el hacer evangelismo y comenzamos a
orar sólo cuando nos conviene. Ellos fueron llamados cristianos porque
predicaban a Cristo, su énfasis era Cristo, todo era al respecto de
Jesucristo.
Había entonces
en la iglesia que estaba en Antioquía, unos profetas y maestros: Bernabé, Simón
llamado Níger, Lucio de Cirene, Manaén, que había sido criado con el tetrarca
Herodes, y Saulo. Mientras ellos ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu
Santo dijo: "Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he
llamado."
Hechos 13:1-2
La Iglesia Apostólica tiene que
ser MULTI-ETNICA: El enfoque tiene que
ser pobres, ricos, de todas las edades. Una
iglesia que tiene enfoque solamente en un sector, causa divisiones. Nuestro enfoque es predicar al Evangelio a
toda criatura.
Una Iglesia Apostólica deber ser
UNA IGLESIA DE MINISTRACIÓN AL SEÑOR: Hacerlo todo para Él. Cambiar nuestra
vida para el Señor. Restaurar nuestros
matrimonios, hogares, etc.
Una Iglesia Apostólica deber ser PROFÉTICA:
La profecía es dada para exhortar, consolar, edificar y la Iglesia Apostólica
es aquella que hace lo mismo. El que profetiza debe hacerlo corpóreamente
recordando que no es el ministerio lo que importa sino el efecto en la
iglesia.
Una Iglesia Apostólica ES MAGISTERIAL y debe DESARROLLAR MINISTERIOS:
Aquél que recibió el apostolado tiene responsabilidad hacia Jesús y hacia
aquellos a quien fue dado porque tiene que desarrollarlos. En Antioquía fueron desarrollados a
capacitar, los enseñaron a ser santos, a edificar, a que buscaran la unidad de
la fe, a que conocieran bien al Hijo de Dios, a madurar y a no ser niños
sacudidos por cualquier doctrina.
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